El helado de café es un clásico y además de ser súper fácil de hacer está buenísimo. Es una elección perfecta para cerrar una comida y sustituir al típico café con leche. Atentos porque este verano tendréis un postre redondo si seguís estos sencillos pasos.
El café es una de las semillas más cotizadas en todo el mundo. El árbol del café tiene su origen en África oriental. Fue en Yemen donde se comenzaron a tostar las semillas del café para molerlas y hacer una especie de infusión en el siglo XIV. De África, el café se llevó a la India y a Java. Y de allí al Caribe francés. Actualmente los mayores exportadores de café son Brasil, Vietnam y Colombia. Mucho más que los países africanos, aunque su café es muy apreciado y al haber menos producción el coste es más elevado.
Podemos hacer este helado con el café preparado en cafetera o podemos hacerlo con café instantáneo. El café instantáneo se obtiene mediante un proceso de cocción del café y de extracción de los aromas, de los pigmentos y de los hidratos de carbono. Después se seca y se convierte en polvo que se mezcla y se envasa. Empezó a comercializarse en Suiza antes de la II Guerra Mundial y es útil para dar sabor a bollos, flanes y otros alimentos que se hacen en el horno, para confituras y, como es el caso, para helados.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo total: 12 horas y 30 minutos
- Raciones: 10
- Categoría: postres
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías: 363 kcal por cada 100 g
Ingredientes del helado de café para 10 personas
- 400 ml de nata para montar (35% M.G.)
- 4 cucharadas de café descafeinado instantáneo
- 250 g de leche condensada
- Canela (para decorar, opcional)
- Barquillos o tulipas (para presentar, opcional)
Cómo hacer el helado de café
Para hacer este helado no es necesario utilizar heladera por lo que todo el mundo puede hacerlo en casa y es súper fácil y rápido de preparar. Es tan sencillo que en cuanto lo pruebes se convertirá en un “hit” de tus cafés de verano. Además, al no tener cafeína, los niños pueden tomarlo.
En un bol ponemos la nata para montar bien fría con las cucharadas de café soluble. Batimos hasta que la mezcla monte. Tampoco tiene que quedar súper montado pero que quede bien cremoso y que al retirar la varilla quede punta.
A continuación, vamos añadiendo la leche condensada y mezclamos el conjunto con movimientos envolventes. Podemos utilizar la misma varilla o si lo preferimos una lengua de silicona.
Cuando tengamos una mezcla homogénea lo pasamos a un molde o una fuente de cristal. La tapamos con papel film que quede bien cerrada y lo metemos al congelador hasta el día siguiente.
Este helado no es necesario que lo saquemos y lo batamos cada media hora como otros durante las primeras 4 horas de congelado porque lleva una cantidad superior de materia grasa y de azúcar que hace que no se formen cristales. Por lo tanto no es necesario batirlo para que los cristales se rompan.
Al día siguiente lo sacamos 5-10 minutos antes de consumir, hacemos unas bolas y lo presentamos acompañado de un poco de sirope de caramelo o de café. Podemos presentarlo en una tulipa de barquillo y chocolate que acompaña estupendamente.
Resumen fácil de preparación
- En un bol mezclar la nata para montar con el café soluble
- Cuando tengamos la mezcla montada añadimos poco a poco la leche condensada para hacer nuestro helado de café
- Pasamos la mezcla a una fuente de cristal o a un molde, tapamos y dejamos hasta el día siguiente en el congelador
- Sacamos unos minutos antes de consumir, hacemos unas bolas y presentamos en unas tulipas de barquillo y chocolate
