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Fabricantes de esta especie lanzan dos marcas colectivas en el segmento gourmet para diferenciar en el mercado ambos productos
Bacalao desalado o al punto de sal. No es lo mismo. Son dos formatos, dos aromas y dos texturas distintas, como se presentaron en Alimentaria las dos marcas colectivas con las que se presentarán a partir de ahora en el mercado para ayudar al consumidor a diferenciar perfectamente entre uno y otro producto. Las enseñas que ha acuñado la Asociación Nacional de Fabricantes de Bacalao y Salazón (Anfabasa) son el resultado de una estrategia sectorial de cinco años para que el público sea consciente de las propiedades de uno y otro.
¿Y cuál es la diferencia? La explicó Roberto Alonso, coordinador técnico de Anfabasa. El bacalao desalado es un clásico listo para consumir. Se obtiene a partir de un producto salado o en salazón, al que por medio de la acción del agua se le elimina parte de su contenido en sal y que precisa de refrigeración o congelación para su conservación posterior.
Mientras, el bacalao al punto de sal presenta un sabor más suave. Se trata de un producto fresco o descongelado, al que se le ha añadido salmuera, bien por inyección o por inmersión, y que, como el anterior, precisa de refrigeración o congelación para su conservación posterior.
Alonso expuso también datos históricos de la especie vinculados a su tradición, dio detalles de sus principales países de origen —Islandia, Noruega y Países Bajos—, y detalló las las propiedades organolépticas y nutricionales más admiradas por los consumidores, como su bajo contenido en grasa o alto valor proteico, contenido en ácidos grasos omega3, y elementos como el calcio, fósforo o yodo.
Además, puso en valor que se trate de «una proteína con baja huella de carbono, desestacionalizada, y con capacidad de sorprender en nuevas recetas y presentaciones en el hogar.
Para demostrar la diferencia entre ambas presentaciones al público que se dio cita en Alimentaria, la chef Emma Pinal, del Espacio Remollo (Ames), preparó sendas presentaciones tibias que mostraban las diferentes las cualidades del bacalao desalado y punto de sal, potenciando sus características. Elaboró una brandada de bacalao para el punto de sal, y un desalado á feira, que sorprendió a los presentes e inspiró futuras innovaciones.
Fuente: La Voz de Galicia