Son términos frecuentemente utilizados en el mundo de la gastronomía y que suelen intercambiarse como sinónimos. Sin embargo, existen sutiles diferencias entre lo que significan: sibarita, gourmet y gourmand.
Antes que nada, es prudente aclarar que sibarita abarca cualquier gusto que pueda darse una persona, lo cual incluye comida, viajes, música, ropa, prendas, casas y automóviles, entre otros.
Por su parte, gourmet y gourmand se refieren exclusivamente al mundo de la gastronomía.
Sibarita
Es una expresión que identifica a una persona de gustos refinados y que lleva buena vida. Su origen se encuentra en los antiguos habitantes de la ciudad griega de Sibaris, del golfo de Tarento, quienes disfrutaban de inmensas riquezas y así lo ostentaban. Existe una anécdota sobre uno de ellos que afirma que se quejó de irritación de la piel al encontrar en su lecho, preparado con pétalos de rosa, uno arrugado.
Los sibaritas son famosos por su inclinación al lujo y a la vida reposada; de forma que la palabra sibarita, en la lengua española, ha permanecido como un adjetivo calificativo y se refiere a una persona que se trata con mucho regalo y refinamiento.
Gourmet
Un gourmet es una persona de paladar refinado y gusto delicado, que disfruta al catar las bebidas o al degustar las comidas. Conoce tanto de unas como de otras y sabe elegir entre las mejores. Tiene educado el gusto y sabe diferenciar lo que es más exquisito (claro, siempre será su opinión).
Gourmand
El gourmand es básicamente un glotón, en cuanto a comidas y bebidas se refiere. Alguien que siente gran placer al consumir y beber y hasta puede afirmarse que podría llegar a hacerlo en exceso.
Si bien estos dos últimos términos se relacionan porque implican los actos de comer y beber, no deben confundirse, ya que el gourmet es selectivo, mientras que el gourmand no lo es tanto. El primero no podría terminar de ingerir alguna mala cata o degustación.
Por Hector Soucy Fuente: Cocina y Vino